viernes, 18 de abril de 2008

NUBE NEGRA

Cuando busco el verano en un sueño vacío,
cuando te quema el frío si me coges la mano,
cuando la luz cansada tiene sombras de ayer,
cuando el amanecer es otra noche helada,

cuando juego mi muerte al verso que no escribo,
cuando sólo recibo noticias de la muerte,
cuando corta la espada de lo que ya no existe,
cuando deshojo el triste racimo de la nada.

Sólo puedo pedirte que me esperes
al otro lado de la nube negra,
allá donde no quedan mercaderes
que venden soledades de ginebra.

Al otro lado de los pagones,
al otro lado de la luna en quiebra,
allá donde se escriben las canciones
con humo blanco de la nube negra.

Cuando siento piedad por sentir lo que siento,
cuando no sopla el viento en ninguna ciudad,
cuando ya no se ama ni lo que se celebra,
cuando la nube negra se acomoda en mi cama,

cuando despierto y voto por el miedo de hoy,
cuando soy lo que soy en un espejo roto,
cuando cierro la casa porque me siento herido,
cuando es tiempo perdido preguntarme qué pasa.

Sólo puedo pedirte que me esperes
al otro lado de la nube negra,
allá donde no quedan mercaderes
que venden soledades de ginebra.

Al otro lado de los pagones,
al otro lado de la luna en quiebra,
allá donde se escriben las canciones
con humo blanco de la nube negra.


Sabina

DOS HORAS DESPUÉS

La tarde consumió su luego fatuo
sin carne, sin pecado, sin quizás,
la noche se agavilla como un ave
a punto de emigrar.

Y el mundo es un hervor de caracolas
ayunas de pimienta, risa y sal,
y el sol es una lágrima en un ojo
que no sabe llorar.

Tu espalda es el ocaso de septiembre,
un mapa sin revés ni marcha atrás,
una gota de orujo acostumbrada
al desdén de la mar.

Y al cabo el calendario y sus ujieres
disecando el oficio de soñar
y la espuela en la tasca de la esquina
y el vicio de olvidar.

Por el renglón del corazón
cada mañana descarrila un tren.
Y al terminar vuelta a empezar
dos horas después de amancer.

Tiene la vida un lánguido argumento
que no se acaba nunca de aprender,
sabe a licor y a luna despeinada
que no quita la sed.

La noche ha consumido sus botellas
Dejándose un jirón en la pared.
Han pasado los días como hojas
de libros sin leer.

Sabina

COMO UN DOLOR DE MUELAS

Como si llegaran a buen puerto mis ansias,
como si hubiera donde hacerse fuerte,
como si hubiera por fin destino para mis pasos,
como si encontrara mi verdad primera,

como traerse al hoy cada mañana,
como un suspiro profundo y quedo,
como un dolor de muelas aliviado,

como lo imposible por fin hecho,
como si alguien de veras me quisiera,
como si al fin un buen poema me saliera…
una oración.

Como si la arena cantara en el desierto
los cantos de sirena del mar Muerto,
como si para crecer sobraran las escaleras,
como si escribiera un ciego un libro abierto.

Ven a poblar el zócalo de ojos,
siembra de migas de pan caliente
mis canas de alcanfor adolescente.

Ponle al sordo voz y alas al cojo,
bendice nuestro arroz, nuestro minuto,
como si no fuéramos cómplices del luto…
del corazón.

Sabina y Subcomandante Marcos

Y SIN EMBARGO

De sobras sabes que eres la primera,
que no miento si juro que daría
por ti la vida entera,
por ti la vida entera;
y, sin embargo, un rato, cada día,
ya ves, te engañaría
con cualquiera,
te cambiaría por cualquiera.

Ni tan arrepentido ni encantado
de haberme conocido, lo confieso.
Tú que tanto has besado
tú que me has enseñado,
sabes mejor que yo que hasta los huesos
sólo calan los besos
que no has dado,
los labios del pecado.

Porque una casa sin ti es una emboscada,
el pasillo de un tren de madrugada,
un laberinto
sin luz ni vino tinto,
un velo de alquitrán en la mirada.

Y me envenenan los besos que voy dando
y, sin embargo, cuando
duermo sin ti contigo sueño,
y con todas si duermes a mi lado,
y si te vas me voy por los tejados
como un gato sin dueño
perdido en el pañuelo de amargura
que empaña sin mancharla tu hermosura.

No debería contarlo y, sin embargo,
cuando pido la llave de un hotel
y a media noche encargo
un buen champán francés
y cena con velitas para dos,
siempre es con otra, amor,
nunca contigo,
bien sabes lo que digo.

Porque una casa sin ti es una oficina,
un teléfono ardiendo en la cabina,
una palmera
en el museo de cera,
un éxodo de oscuras golondrinas.

Y cuando vuelves hay fiesta
en la cocina
y bailes sin orquesta
y ramos de rosas con espinas,
pero dos no es igual que uno más uno
y el lunes al café del desayuno
vuelve la guerra fría
y al cielo de tu boca el purgatorio
y al dormitorio
el pan de cada día.

Sabina

ASI ESTOY YO SIN TI

Extraño como un pato en el Manzanares,
torpe como un suicida sin vocación,
absurdo como un belga por soleares,
vacío como una isla sin Robinson,
oscuro como un túnel sin tren expreso,
negro como los ángeles de Machín,
febril como la carta de amor de un preso…,
Así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Perdido como un quinto en día de permiso,
como un santo sin paraíso,
como el ojo del maniquí,
huraño como un dandy con lamparones,
como un barco sin polizones…,
así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Más triste que un torero
al otro lado del telón de acero.
Así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Vencido como un viejo que pierde al tute,
lascivo como el beso del coronel,
furtivo como el Lute cuando era el Lute,
inquieto como un párroco en un burdel,
errante como un taxi por el desierto,
quemado como el cielo de Chernovil,
solo como un poeta en el aeropuerto…,
así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Inútil como un sello por triplicado,
como el semen de los ahorcados,
como el libro del porvenir,
violento como un niño sin cumpleaños,
como el perfume del desengaño…,
así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Más triste que un torero
al otro lado del telón de acero.
Así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Amargo como el vino del exiliado,
como el domingo del jubilado,
como una boda por lo civil,
macabro como el vientre de los misiles,
como un pájaro en un desfile…,
así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Más triste que un torero
al otro lado del telón de acero.
Así estoy yo, así estoy yo, sin ti.

Sabina

NOCHES DE BODA

Que el maquillaje no apague tu risa,
que el equipaje no lastre tus alas,
que el calendario no venga con prisas,
que el diccionario detenga las balas,
Que las persianas corrijan la aurora,
que gane el quiero la guerra del puedo,
que los que esperan no cuenten las horas,
que los que matan se mueran de miedo.
Que el fin del mundo te pille bailando,
que el escenario me tiña las canas,
que nunca sepas ni cómo, ni cuándo,
ni ciento volando, ni ayer ni mañana
Que el corazón no se pase de moda,
que los otoños te doren la piel,
que cada noche sea noche de bodas,
que no se ponga la luna de miel.
Que todas las noches sean noches de boda,
que todas las lunas sean lunas de miel.
Que las verdades no tengan complejos,
que las mentiras parezcan mentira,
que no te den la razón los espejos,
que te aproveche mirar lo que miras.
Que no se ocupe de tí el desamparo,
que cada cena sea tu última cena,
que ser valiente no salga tan caro,
que ser cobarde no valga la pena.
Que no te compren por menos de nada,
que no te vendan amor sin espinas,
que no te duerman con cuentos de hadas,
que no te cierren el bar de la esquina.
Que el corazón no se pase de moda,
que los otoños te doren la piel,
que cada noche sea noche de bodas,
que no se ponga la luna de miel.
Que todas las noches sean noches de boda,
que todas las lunas sean lunas de miel.


Sabina

CONTIGO

Yo no quiero un amor civilizado,
con recibos y escena del sofá;
yo no quiero que viajes al pasado
y vuelvas del mercado
con ganas de llorar.

Yo no quiero vecínas con pucheros;
yo no quiero sembrar ni compartir;
yo no quiero catorce de febrero
ni cumpleaños feliz.

Yo no quiero cargar con tus maletas;
yo no quiero que elijas mi champú;
yo no quiero mudarme de planeta,
cortarme la coleta,
brindar a tu salud.

Yo no quiero domingos por la tarde;
yo no quiero columpio en el jardin;
lo que yo quiero, corazón cobarde,
es que mueras por mí.

Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.

Yo no quiero juntar para mañana,
no me pidas llegar a fin de mes;
yo no quiero comerme una manzana
dos veces por semana
sin ganas de comer.

Yo no quiero calor de invernadero;
yo no quiero besar tu cicatriz;
yo no quiero París con aguacero
ni Venecia sin tí.

No me esperes a las doce en el juzgado;
no me digas “volvamos a empezar”;
yo no quiero ni libre ni ocupado,
ni carne ni pecado,
ni orgullo ni piedad.

Yo no quiero saber por qué lo hiciste;
yo no quiero contigo ni sin ti;
lo que yo quiero, muchacha de ojos tristes,
es que mueras por mí.

Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.

Sabina

jueves, 17 de abril de 2008

QUE SE LLAMA SOLEDAD

Algunas veces vuelo
y otras veces
me arrastro demasiado a ras del suelo,
algunas madrugadas me desvelo
y ando como un gato en celo
patrullando la ciudad
en busca de una gatita,
a esa hora maldita
en que los bares a punto están de cerrar,
cuando el alma necesita
un cuerpo que acariciar.
Algunas veces vivo
y otras veces
la vida se me va con lo que escribo;
algunas veces busco un adjetivo
inspirado y posesivo
que te arañe el corazón;
luego arrojo mi mensaje,
se lo lleva de equipaje
una botella…, al mar de tu incomprensión.
No quiero hacerte chantaje,
sólo quiero regalarte una canción.
Y algunas veces suelo recostar
mi cabeza en el hombro de la luna
y le hablo de esa amante inoportuna
que se llama soledad.
Algunas veces gano
y otras veces
pongo un circo y me crecen los enanos;
algunas veces doy con un gusano
en la fruta del manzano
prohibido del padre Adán;
o duermo y dejo la puerta
de mi habitación abierta
por si acaso se te ocurre regresar;
más raro fue aquel verano
que no paró de nevar.
Y algunas veces suelo recostar
mi cabeza en el hombro de la luna
y le hablo de esa amante inoportuna
que se llama soledad.

Sabina

CALLE MELANCOLÍA

Como quien viaja a lomos de una yegua sombría,
por la ciudad camino, no preguntéis adónde.
Busco acaso un encuentro que me ilumine el día,
y no hallo más que puertas que niegan lo que esconden.
Las chimeneas vierten su vómito de humo
a un cielo cada vez más lejano y más alto.
Por las paredes ocres se desparrama el zumo
de una fruta de sangre crecida en el asfalto.
Ya el campo estará verde, debe ser Primavera,
cruza por mi mirada un tren interminable,
el barrio donde habito no es ninguna pradera,
desolado paisaje de antenas y de cables.
Vivo en el númeor siete, calle Melancolía.
Quiero mudarme hace años al barrio de la alegría.
Pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía
y en la escalera me siento a silbar mi melodía.
Como quien viaja a bordo de un barco enloquecido,
que viene de la noche y va a ninguna parte,
así mis pies descienden la cuesta del olvido,
fatigados de tanto andar sin encontrarte.
Luego, de vuelta a casa, enciendo un cigarrillo,
ordeno mis papeles, resuelvo un crucigrama;
me enfado con las sombras que pueblan los pasillos
y me abrazo a la ausencia que dejas en mi cama.
Trepo por tu recuerdo como una enredadera
que no encuentra ventanas donde agarrarse, soy
esa absurda epidemia que sufren las aceras,
si quieres encontrarme, ya sabes dónde estoy.
Vivo en el númeor siete, calle Melancolía.
Quiero mudarme hace años al barrio de la alegría.
Pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía
y en la escalera me siento a silbar mi melodía


Sabina

miércoles, 16 de abril de 2008

OJALÁ

Ojalá que las hojas no te toquen el cuerpo cuando caigan
para que no las puedas convertir en cristal.
Ojalá que la lluvia deje de ser milagro que baja por tu cuerpo.
Ojalá que la luna pueda salir sin ti.
Ojalá que la tierra no te bese los pasos.

Ojalá se te acabe la mirada constante,
la palabra precisa, la sonrisa perfecta.
Ojalá pase algo que te borre de pronto:
una luz cegadora, un disparo de nieve,
ojalá por lo menos que me lleve la muerte,
para no verte tanto, para no verte siempre
en todos los segundos, en todas las visiones:
ojalá que no pueda tocarte ni en canciones.

Ojalá que la aurora no dé gritos que caigan en mi espalda.
Ojalá que tu nombre se le olvide a esa voz.
Ojalá las paredes no retengan tu ruido de camino cansado.
Ojalá que el deseo se vaya tras de ti,
a tu viejo gobierno de difuntos y flores.



Silvio Rodriguez

TANTAS COSAS

Si te vas, los árboles del parque
seguirán creciendo, pasará este otoño.
Se unirán dos nuevas soledades,
se dirán mentiras, seguiremos locos.
En el Metro sonreirás dormida camino de clase
y yo como siempre quizás llegué tarde.
Seguiré cerrando bares y recuerdos.
No aprenderé nunca a retirarme a tiempo.
Dormiré en la calle, besaré otros fuegos.

La ciudad en tu ausencia seguirá creciendo,
devorando vidas, haciéndolas humo.
Otros cumplirán los planes que trazamos,
que no terminamos, haciéndolos suyos.
Seguirás llorando en algunos cines,
olvidando todo aquello que aprendiste.
Nacerán mil niños y nuevas canciones,
y quizás alguno, quizás, lleve tu nombre.
Nuevos simulacros, nuevas confesiones.

Si te vas, los árboles del parque
seguirán muriendo y también mi fe.
Seguiré olvidándome las llaves
al salir de casa, y quizá en tu piel
haya quien esconda allí su cansancio,
todos sus temores, o quizás sus labios.
Tantas, tantas cosas seguirán pasando,
que quizás las cosas no nos cambien tanto.

Tantas, tantas cosas.

Pero si te vas, estos días serán
esa sucia y vacía franja de playa
que queda cuando tú te has ido,
cuando el mar se aleja y la marea baja.
Yo estaré cansado y quizás más viejo,
maldiciendo estos días muertos.
Tantas, tantas cosas seguirán pasando,
que quizás las cosas no nos cambien tanto.

Tantas, tantas cosas.


Ismael Serrano

SIN TI A MI LADO

Estoy cansado de hacer el mismo recorrido, el mismo trabajo,
ver las mismas caras, los mismos paisajes, sin ti a mi lado.
Mi vida, poco a poco, se va llenando de esos días
tristes, grises y opacos, que uno omite en su biografía.

Cansado de ir cada noche a los mismos bares,
buscándote aunque sé que no estás, que no voy a encontrarte.
Cansado de ir cada noche lamentando tu ausencia,
directamente a tu altar para hacerte una ofrenda.

Mañana será tarde si vienes a buscarme.
Mira en tu buzón, dejé un mensaje.
No todo está perdido, encuéntrate conmigo,
tú bien conoces el camino.

A esas horas, en las que casi todos engañan a sus amantes,
casi siempre encuentro un buen momento para asesinarme.
Y entre muerte y muerte miro a la ventana,
con la vana esperanza de ver que Madrid se consume entre llamas.

Tú quizás mientras busques un horario perdido
o cantes una canción para dormir a un niño.
Tú mientras busques en papeles perdidos
la letra de una canción que yo te he escrito.

Mañana será tarde si vienes a buscarme.


Ismael Serrano

RECUERDO

Me levanto temprano, moribundo.
Perezoso resucito, bienvenido al mundo.
Con noticias asesinas me tomo el desayuno.

Camino del trabajo, en el metro,
aburrido vigilo las caras de los viajeros,
compañeros en la rutina y en los bostezos.

Y en el asiento de enfrente,
un rostro de repente,
claro ilumina el vagón.

Esos gestos traen recuerdos
de otros paisajes, otros tiempos,
en los que una suerte mejor me conoció.

No me atrevo a decir nada, no estoy seguro,
aunque esos ojos, sin duda, son los suyos,
más cargados de nostalgia, quizás más oscuros.

Pero creo que eres tú y estás casi igual,
tan hermosa como entonces, quizás más.
Sigues pareciendo la chica más triste de la ciudad.

Cuánto tiempo ha pasado desde los primeros errores,
del interrogante en tu mirada.
La ciudad gritaba y maldecía nuestros nombres,
jóvenes promesas, no, no teníamos nada.

Dejando en los portales los ecos de tus susurros,
buscando cualquier rincón sin luz.
"Agárrate de mi mano, que tengo miedo del futuro",
y detrás de cada huida estabas tú, estabas tú.

En las noches vacías en que regreso
solo y malherido, todavía me arrepiento
de haberte arrojado tan lejos de mi cuerpo.

Y ahora que te encuentro, veo que aún arde
la llama que encendiste. Nunca, nunca es tarde
para nacer de nuevo, para amarte.

Debo decirte algo antes de que te bajes
de este sucio vagón y quede muerto,
mirarte a los ojos, y tal vez recordarte,
que antes de rendirnos fuimos eternos.

Me levanto decidido y me acerco a ti,
y algo en mi pecho se tensa, se rompe.
"¿Cómo estás? Cuánto tiempo, ¿te acuerdas de mí?"
Y una sonrisa tímida responde:

"Perdone, pero creo que se ha equivocado".
"Disculpe, señorita, me recuerda tanto
a una mujer que conocí hace ya algunos años".

Más viejo y más cansado vuelvo a mi asiento,
aburrido vigilo las caras de los viajeros,
compañeros en la rutina y en los bostezos.


Ismael Serrano

QUÉ VA A SER DE MÍ

Qué va a ser de mí, volveré a mentir de nuevo.
Llenaré mi cama de fantasmas, de muertos.
Contaré los días, las calles que nos separan.
Las tardes de domingo esperaré tu llamada.

Maldeciré a las parejas que, abrazadas,
sueñan con habitaciones de hotel desocupadas.
Y odiaré con calma tu risa,
todas mis palabras, nuestra despedida.

Qué va a ser de mí, les diré barbaridades
a las mujeres hermosas que pasen por mi calle.
Sin que me invites, me colaré en tus fiestas.
Cuando venga tu recuerdo, reiré con violencia.

Iré a buscarte a los sitios acordados
aunque tú no vengas, aunque me hayas olvidado.
Te escribiré los versos que nunca te hice,
seré puntual como siempre quisiste.

Qué va a ser de mí, emprenderé un largo viaje
para que el eco de tus noches nunca me alcance.
Qué va a ser de mí, dudo que en ningún bar
me puedan servir todo el alcohol que necesito para olvidar.

Iré a buscarte a los sitios acordados
aunque tú no vengas, aunque me hayas olvidado.
Te escribiré los versos que nunca te hice,
seré puntual como siempre quisiste.


Ismael Serrano

ERES

No das respuestas
ni luz a mi jardín,
y no hay guerrero
que descanse en ti.
No hay luna de agosto,
ni lluvia de abril,
que no haya dormido
antes en ti.

Eres pequeña
como una estrella fugaz,
como el universo
antes de estallar.
Vuelas como la risa,
como el diente de león.
Si yo te miento,
tú lo haces mejor.

Ahora dime qué te han de ofrecer
la tardes perdidas, tu sangre en mi piel,
la casa cansada, la manta en el sofá,
la tele encendida, las ganas de llorar.
Y ahora dime qué te van a dar
la paz en tu vientre, la calma del mar,
gaviotas cansadas, mi sombra en el sofá,
la brasa encendida, las ganas de matar.

Eres la copa rota,
el mar en que me adentro,
viento que susurra,
el tálamo desecho,
ácido en mis ojos,
el café de mis mañanas,
la mano en el sexo,
el rumor de batalla.

No das respuestas
ni luz a mi jardín,
y no hay guerrero
que descanse en ti.
No hay luna de agosto,
ni lluvia de abril,
que no haya dormido
antes en ti.


Ismael Serrano

AÑOS

El tiempo pasa,
nos vamos poniendo viejos
y el amor no lo reflejo, como ayer.
En cada conversación,
cada beso, cada abrazo,
se impone siempre un pedazo de razón.

Pasan los años,
y cómo cambia lo que yo siento;
lo que ayer era amor
se va volviendo otro sentimiento.
Porque años atrás
tomar tu mano, robarte un beso,
sin forzar un momento
formaban parte de una verdad.

El tiempo pasa,
nos vamos poniendo viejos
y el amor no lo reflejo, como ayer.
En cada conversación,
cada beso, cada abrazo,
se impone siempre un pedazo de temor.

Vamos viviendo,
viendo las horas, que van muriendo,
las viejas discusiones se van perdiendo
entre las razones.
A todo dices que sí,
a nada digo que no,
para poder construir la tremenda armonía,
que pone viejos, los corazones.

El tiempo pasa,
nos vamos poniendo viejos
y el amor no lo reflejo, como ayer.
En cada conversación,
cada beso, cada abrazo,
se impone siempre un pedazo de razón.


Pablo Milanés

YO NO TE PIDO

Yo no te pido que me bajes
una estrella azul
sólo te pido que mi espacio
llenes con tu luz.

Yo no te pido que me firmes
diez papeles grises para amar
sólo te pido que tu quieras
las palomas que suelo mirar.

De lo pasado no lo voy a negar,
el futuro algún día llegará
y del presente
que me importa la gente
si es que siempre van a hablar.

Sigue llenando este minuto
de razones para respirar
no me complazcas, no te niegues
no hables por hablar.

Yo no te pido que me bajes
una estrella azul
sólo te pido que mi espacio
llenes con tu luz.


PAblo Milanés

PARA VIVIR

Muchas veces te dije que antes de hacerlo
había que pensarlo muy bien,
Que a esta unión de nosotros
le hacia falta carne y deseo también,

Que no bastaba que me entendieras
y que murieras por mí,
Que no bastaba que en mi fracaso
yo me refugiara en ti,

Y ahora ya ves lo que pasó
al fin nació, al pasar de los años,
el tremendo cansancio que provoco ya en ti,
Y aunque es penoso lo tienes que decir.

Por mi parte esperaba
que un día el tiempo se hiciera cargo del fin,
si así no hubiera sido
yo habría seguido jugando a hacerte feliz,

Y aunque el llanto es amargo piensa en los años
que tienes para vivir,
que mi dolor no es menos y lo peor
es que ya no puedo sentir,

Y ahora tratar de conquistar
con vano afán ese tiempo perdido
que nos deja vencidos sin poder conocer
eso que llaman amor para vivir.
Para vivir...


Pablo Milanés

EL BREVE ESPACIO EN QUE NO ESTÁS

Todavía quedan restos de humedad,
sus olores llenan ya mi soledad.
En la cama su silueta
se dibuja cual promesa
de llenar el breve espacio
en que no está.

Todavía yo no sé si volverá,
nadie sabe al día siguiente lo que hará.
Rompe todos mis esquemas,
no confiesa ni una pena,
no me pide nada a cambio
de lo que da.

Suele ser violenta y tierna,
no habla de uniones eternas,
mas se entrega cual si hubiera
sólo un día para amar.
No comparte una reunión,
mas le gusta la canción
que comprometa su pensar.

Todavía no pregunté "¿te quedarás?".
Temo mucho a la respuesta de un "jamás".
La prefiero compartida
antes que vaciar mi vida.
No es perfecta, mas se acerca
a lo que yo, simplemente, soñé.


Pablo Milanés

EL AIRE EN QUE NO ESTÁS

Retuve estrellas en el sur para animar tus ojos
guardé los hielos del glaciar para azular tus ojos
que sepas que no es fácil respirar el aire en que no estás

Volví al lugar donde el amor podía entretenerse
y sólo queda la canción que dice que no vuelves
que sepas que no es fácil respirar el aire en que no estás

Prendí una vela y esperé, calmé mis ganas y esperé
y ya cansado de esperar y de esperar volví a esperar
que sepas que no es fácil respirar el aire en que no estás

Ya tuve un juego de color donde mezclar los sueños
Ya descubrí en mi corazón los peces del ingenio
que sepas que no es fácil respirar el aire en que no estás

Tomé algún barco y esperé, volví a cantarte y esperé
y ya cansado de cantar y de esperar volví a cantar
que sepas que no es fácil respirar el aire en que no estás


Pedro Guerra

CONTRA EL PODER

contra el poder que nos enseña sólo aquella mitad
contra el poder de las verdades dobladas
contra el poder de quien conoce pero sangra de más
contra el poder de las canciones guardadas

contra el poder que nunca abraza a los que pueden pensar
contra el poder que nos vigila los pasos
contra el poder que siempre miente en nombre de la verdad
contra el poder que nos convierte en extraños

contra el poder
que debilita y nada da que sólo quita
y deshace lo que está
contra el poder...
contra el poder
en cualquier forma que sé de
contra la fuerza y mal uso de la fe
desde el poder...

contra el poder que abre una zanja entre el amor y el placer
emparentando el bienestar y la herida
contra el poder que no distingue entre morir y crecer
contra el poder que compra y vende la vida

contra el poder que hace del padre ostentador del poder
contra el poder que nos obliga a engañarnos
contra el poder que hace a los hijos reinventar el poder
contra el poder de los que piensan ganando

contra el poder que no descansa y se detiene a beber
junto a las fuentes del sabor y el deseo
contra el poder que nos bendice en el hogar del poder
contra el poder del la ignorancia y los juegos



Pedro Guerra

SIN TU LATIDO

Hay algunos que dicen
que todos los caminos conducen a Roma
y es verdad porque el mío
me lleva cada noche al hueco que te nombra
y le hablo y le suelto
una sonrisa, una blasfemia y dos derrotas;
luego apago tus ojos
y duermo con tu nombre besando mi boca.

Ay, amor mío,
qué terriblemente absurdo
es estar vivo
sin el alma de tu cuerpo,
sin tu latido.

Que el final de esta historia,
enésima autobiografía de un fracaso,
no te sirva de ejemplo,
hay quien afirma que el amor es un milagro
que no hay mal que no cure
pero tampoco bien que le dure cien años;
eso casi lo salva,
lo malo son las noches que mojan mi mano.

Aunque todo ya es nada,
no sé por qué te escondes y huyes de mi encuentro.
Por saber de tu vida
no creo que vulnere ningún mandamiento;
tan terrible es el odio
que ni te atreves a mostrarme tu desprecio,
pero no me hagas caso,
lo que me pasa es que este mundo no lo entiendo.


Aute

DENTRO

A veces recuerdo tu imagen
desnuda en la noche vacía,
tu cuerpo sin peso se abre
y abrazo mi propia mentira.

Así me reanuda la sangre
tensando la canción dormida,
mis dedos aprietan, amantes,
un hondo compás de caricias.

Dentro
me quemo por ti,
me vierto sin ti
y nace un muerto.

Mi mano ahuyentó soledades
tomando tu forma precisa,
la piel que te hice en el aire
recibe un temblor de semilla.

Un quieto cansancio me esparce,
tu imagen se borra enseguida,
me llena una ausencia de hambre
y un dulce calor de saliva.

Dentro
me quemo por ti,
me vierto sin ti
y nace un muerto.


Aute

domingo, 30 de marzo de 2008

LA VOZ A TI DEBIDA

Ayer te besé en los labios.
Te besé en los labios. Densos,
rojos. Fue un beso tan corto
que duró más que un relámpago,
que un milagro, más.
El tiempo
después de dártelo
no lo quise para nada
ya, para nada
lo había querido antes.
Se empezó, se acabó en él.

Hoy estoy besando un beso;
estoy solo con mis labios.
Los pongo
no en tu boca, no, ya no
—¿adónde se me ha escapado?—.
Los pongo
en el beso que te di
ayer, en las bocas juntas
del beso que se besaron.
Y dura este beso más
que el silencio, que la luz.
Porque ya no es una carne
ni una boca lo que beso,
que se escapa, que me huye.
No.
Te estoy besando más lejos.


Pedro Salinas

DEDICATORIA

Si alguna vez la vida te maltrata,
acuérdate de mí,
que no puede cansarse de esperar
aquel que no se cansa de mirarte.


García Montero

CONFESIONES

Yo te estaba esperando.
Más allá del invierno, en el cincuenta y ocho,
de la letra sin pulso y el verano
de mi primera carta,
por los pasillos lentos y el examen,
a través de los libros, de las tardes de fútbol,
de la flor que no quiso convertirse en almohada,
más allá del muchacho obligado a la luna,
por debajo de todo lo que amé,
yo te estaba esperando.
Yo te estoy esperando.
Por detrás de las noches y las calles,
de las hojas pisadas
y de las obras públicas
y de los comentarios de la gente,
por encima de todo lo que soy,
de algunos restaurantes a los que ya no vamos,
con más prisa que el tiempo que me huye,
más cerca de la luz y de la tierra,
yo te estoy esperando.
Y seguiré esperando.
Como los amarillos del otoño,
todavía palabra de amor ante el silencio,
cuando la piel se apague,
cuando el amor se abrace con la muerte
y se pongan mas serias nuestras fotografías,
sobre el acantilado del recuerdo,
después que mi memoria se convierta en arena,
por detrás de la última mentira,
yo seguiré esperando.


García Montero

ESPERA

Y tú me dices
que tienes los pechos vencidos de esperarme,
que te duelen los ojos de tenerlos vacíos de mi cuerpo,
que has perdido hasta el tacto de tus manos
de palpar esta ausencia por el aire,
que olvidas el tamaño caliente de mi boca.

Y tú me lo dices que sabes
que me hice sangre en las palabras de repetir tu nombre,
de golpear mis labios con la sed de tenerte,
de darle a mi memoria, registrándola a ciegas,
una nueva manera de rescatarte en besos
desde la ausencia en la que tú me gritas
que me estás esperando.

Y tú me lo dices que estás tan hecha
a este deshabitado ocio de mi carne
que apenas sí tu sombra se delata,
que apenas sí eres cierta
en esta oscuridad que la distancia pone
entre tu cuerpo y el mío.


Caballero Bonald

ABRAZADO A LA TRISTEZA

He salido a la calle abrazado a la tristeza:
vi lo que no mira nadie y me dio vergüenza y pena.
Soledad que te pegas a mi alma
en la dulce soledad de este campo de otoño.
No hay momentos de sosiego.
Rebeldía pura de amores sin amores.
Ilusiones puras y puros conformismos
intentando levantar el espíritu nostálgico
de querer estar contigo y nunca estarlo.

Los llantos desconsolados que estrangulan las gargantas;
los ancianos encorvados: parece que la tierra les llama.

Volverás de vez en cuando a estas tierras agrietadas
y verás de nuevo a quien te ama borracho;
borracho de amores y libertades.
Y también de vinos por olvidarte. Borracho...

Me da pena que se admire el valor en la batalla;
menos mal que con los rifles no se matan las palabras.

Y si surgen saludos y palabras
tal vez notes la dureza de mi estilo
queriendo no herirte en nada,
y en mi soledad sólo herirme yo mismo.

La justicia está arrestada por orden de la avaricia;
el dinero que te salva es el mismo que te asesina.

Y verás sin duda el resurgir poderoso del guerrero
sin miedo a leyes ni a nostalgias
y lo verás caer una y mil veces y levantarse de nuevo,
con la pura bandera de su raza.

Soledad de amores triste y pura,
soledad de amores y locura.

No me des más esperanzas: sé que todo son mentiras;
sacos llenos de agujeros para guardar alegrías.

Y verás sin duda el resurgir poderoso del guerrero
sin miedo a leyes ni a nostalgias
y lo verás caer una y mil veces y levantarse de nuevo,
con la pura bandera de su raza.

Me da pena que se admire el valor en la batalla;
menos mal que con los rifles no se matan las palabras.

Soledad de amores triste y pura,
soledad de amores y locura.

Manolo Chinato

PUTREFACCIÓN

Últimamente
Me ronda este pensamiento
Que este país
Ha retrocedido
4 0 5 décadas
y que todo el
avance social
los buenos sentimientos de
una persona hacia otra
se han borrado
y se han reemplazado por la
vieja
intolerancia de siempre.

Más que nunca
Tenemos
Egoístas ansias de poder
Desprecio por el
Débil
El viejo
El pobre
El desvalido.

Estamos reemplazando necesidad con
Guerra
Salvación con
Esclavitud.

Hemos desperdiciado
Los logros
Nos hemos deteriorado
Deprisa.

Tenemos nuestra Bomba
Es nuestro miedo
Nuestra vergüenza
Y nuestra condena

Ahora
Se ha apoderado de nosotros
Algo tan triste
Que nos deja
Sin aliento
Y ni siquiera podemos
Llorar.

bokowski

CONFESIÓN

Esperando la muerte
Como un gato
Que va a saltar sobre
La cama

Me da tanta pena
Mi mujer

Ella verá este
Cuerpo
Blanco
Rígido
Lo zarandeará una vez y luego
Quizás
Otra:

<>

Hank no
Responderá.

No es mi muerte lo que
Me preocupa, es mi mujer
Que se quedará con este
Montón de
Nada.

Quiero que
Sepa
Sin embargo
Que todas las noches
Que he dormido a su lado

Incluso las discusiones
Más inútiles
Siempre fueron
Algo espléndido

Y esas difíciles
Palabras
Que siempre temí
Decir
Pueden decirse
Ahora:

Te amo.



Bukowski

SI TÚ ME OLVIDAS

QUIERO que sepas
una cosa.

Tú sabes cómo es esto:
si miro
la luna de cristal, la rama roja
del lento otoño en mi ventana,
si toco
junto al fuego
la impalpable ceniza
o el arrugado cuerpo de la leña,
todo me lleva a ti,
como si todo lo que existe,
aromas, luz, metales,
fueran pequeños barcos que navegan
hacia las islas tuyas que me aguardan.

Ahora bien,
si poco a poco dejas de quererme
dejaré de quererte poco a poco.

Si de pronto
me olvidas
no me busques,
que ya te habré olvidado.

Si consideras largo y loco
el viento de banderas
que pasa por mi vida
y te decides
a dejarme a la orilla
del corazón en que tengo raíces,
piensa
que en ese día,
a esa hora
levantaré los brazos
y saldrán mis raíces
a buscar otra tierra.

Pero
si cada día,
cada hora
sientes que a mí estás destinada
con dulzura implacable.
Si cada día sube
una flor a tus labios a buscarme,
ay amor mío, ay mía,
en mí todo ese fuego se repite,
en mí nada se apaga ni se olvida,
mi amor se nutre de tu amor, amada,
y mientras vivas estará en tus brazos
sin salir de los míos.

Pablo Neruda

POEMA XX

PUEDO escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oir la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos
árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis
brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo



Pablo Neruda

POEMA XV

ME gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.


Pablo Neruda

F A R E W E L L

1

DESDE el fondo de ti, y arrodillado,
un niño triste, como yo, nos mira.

Por esa vida que arderá en sus venas
tendrían que amarrarse nuestras vidas.

Por esas manos, hijas de tus manos,
tendrían que matar las manos mías.

Por sus ojos abiertos en la tierra
veré en los tuyos lágrimas un día.

2

YO NO lo quiero, Amada.

Para que nada nos amarre
que no nos una nada.

Ni la palabra que aromó tu boca,
ni lo que no dijeron las palabras.

Ni la fiesta de amor que no tuvimos,
ni tus sollozos junto a la ventana.

3

(AMO el amor de los marineros
que besan y se van.

Dejan una promesa.
No vuelven nunca más.

En cada puerto una mujer espera:
los marineros besan y se van.

Una noche se acuestan con la muerte
en el lecho del mar.

4

AMO el amor que se reparte
en besos, lecho y pan.

Amor que puede ser eterno
y puede ser fugaz.

Amor que quiere libertarse
para volver a amar.

Amor divinizado que se acerca
Amor divinizado que se va.)

5

YA NO se encantarán mis ojos en tus ojos,
ya no se endulzará junto a ti mi dolor.

Pero hacia donde vaya llevaré tu mirada
y hacia donde camines llevarás mi dolor.

Fui tuyo, fuiste mía. Qué más? Juntos hicimos
un recodo en la ruta donde el amor pasó.

Fui tuyo, fuiste mía. Tu serás del que te ame,
del que corte en tu huerto lo que he sembrado yo.

Yo me voy. Estoy triste: pero siempre estoy triste.
Vengo desde tus brazos. No sé hacia dónde voy.

...Desde tu corazón me dice adiós un niño.
Y yo le digo adiós.



Pablo Neruda

¡ADIÓS!

Las cosas que mueren jamás resucitan,
las cosas que mueren no tornan jamás.
¡Se quiebran los vasos y el vidrio que queda
es polvo por siempre y por siempre será!

Cuando los capullos caen de la rama
dos veces seguidas no florecerán...
¡Las flores tronchadas por el viento impío
se agotan por siempre, por siempre jamás!

¡Los días que fueron, los días perdidos,
los días inertes ya no volverán!
¡Qué tristes las horas que se desgranaron
bajo el aletazo de la soledad!

¡Qué tristes las sombras, las sombras nefastas,
las sombras creadas por nuestra maldad!
¡Oh, las cosas idas, las cosas marchitas,
las cosas celestes que así se nos van!

¡Corazón... silencia!... ¡Cúbrete de llagas!...
—de llagas infectas— ¡cúbrete de mal!...
¡Que todo el que llegue se muera al tocarte,
corazón maldito que inquietas mi afán!

¡Adiós para siempre mis dulzuras todas!
¡Adiós mi alegría llena de bondad!
¡Oh, las cosas muertas, las cosas marchitas,
las cosas celestes que no vuelven más! ...


Alfonsina Storni

TE QUIERO

Te quiero.

Te lo he dicho con el viento,
jugueteando como animalillo en la arena
o iracundo como órgano impetuoso;

Te lo he dicho con el sol,
que dora desnudos cuerpos juveniles
y sonríe en todas las cosas inocentes;

Te lo he dicho con las nubes,
frentes melancólicas que sostienen el cielo,
tristezas fugitivas;

Te lo he dicho con las plantas,
leves criaturas transparentes
que se cubren de rubor repentino;

Te lo he dicho con el agua,
vida luminosa que vela un fondo de sombra;
te lo he dicho con el miedo,
te lo he dicho con la alegría,
con el hastío, con las terribles palabras.

Pero así no me basta:
más allá de la vida,
quiero decírtelo con la muerte;
más allá del amor,
quiero decírtelo con el olvido.


Luis Cernuda

CONTIGO

¿Mi tierra?
Mi tierra eres tú.

¿Mi gente?
Mi gente eres tú.

El destierro y la muerte
para mi están adonde
no estés tú.

¿Y mi vida?
Dime, mi vida,
¿qué es, si no eres tú?


Luís Cernuda

WHERE IS MY MAN

Nunca te tengo tanto como cuando te busco
sabiendo de antemano que no puedo encontrarte.
Sólo entonces consiento estar enamorada.
Sólo entonces me pierdo en la esmaltada jungla
de coches o tiovivos, cafés abarrotados,
lunas de escaparates, laberintos de parques
o de espejos, pues corro tras de todo
lo que se te parece.
De continuo te acecho.
El alquitrán derrite su azabache,
es la calle movible taracea
de camisas y niquis, sus colores comparo
con el azul celeste o el verde malaquita
que por tu pecho yo desabrochaba.
Deliciosa congoja si creo reconocerte
me hace desfallecer: toda mi piel nombrándote,
toda mi piel alerta, pendiente de mis ojos.
Indaga mi pupila, todo atisbo comprueba,
todo indicio que me conduzca a ti,
que te introduzca al ámbito donde sólo tu imagen
prevalece y te coincida y funda,
te acerque, te inaugure y para siempre estés.


Ana Rossetti

MIENTRA TÚ EXISTAS

Mientras tú existas,
mientras mi mirada
te busque más allá de las colinas,
mientras nada
me llene el corazón,
si no es tu imagen, y haya
una remota posibilidad de que estés viva
en algún sitio, iluminada
por una luz—cualquiera...
Mientras
yo presienta que eres y te llamas
así, con ese nombre tuyo
tan pequeño,
seguiré como ahora, amada
mía,
transido de distancia,
bajo ese amor que crece y no se muere,
bajo ese amor que sigue y nunca acaba.


Ángel González

ME BASTA ASÍ

Si yo fuese Dios
y tuviese el secreto,
haría un ser exacto a ti;
lo probaría
(a la manera de los panaderos
cuando prueban el pan, es decir:
con la boca),
y si ese sabor fuese
igual al tuyo, o sea
tu mismo olor, y tu manera
de sonreír,
y de guardar silencio,
y de estrechar mi mano estrictamente,
y de besarnos sin hacernos daño
—de esto sí estoy seguro: pongo
tanta atención cuando te beso—;
entonces,

si yo fuese Dios,
podría repetirte y repetirte,
siempre la misma y siempre diferente,
sin cansarme jamás del juego idéntico,
sin desdeñar tampoco la que fuiste
por la que ibas a ser dentro de nada;
ya no sé si me explico, pero quiero
aclarar que si yo fuese
Dios, haría
lo posible por ser Ángel González
para quererte tal como te quiero,
para aguardar con calma
a que te crees tú misma cada día
a que sorprendas todas las mañanas
la luz recién nacida con tu propia
luz, y corras
la cortina impalpable que separa
el sueño de la vida,
resucitándome con tu palabra,
Lázaro alegre,
yo,
mojado todavía
de sombras y pereza,
sorprendido y absorto
en la contemplación de todo aquello
que, en unión de mí mismo,
recuperas y salvas, mueves, dejas
abandonado cuando —luego— callas...
(Escucho tu silencio.
Oigo
constelaciones: existes.
Creo en ti.
Eres.
Me basta).


Ángel González

BREVES ACOTACIONES PARA UNA BIOGRAFÍA

Cuando tengas dinero regálame un anillo,
cuando no tengas nada dame una esquina de tu boca,
cuando no sepas qué hacer vente conmigo
—pero luego no digas que no sabes lo que haces.

Haces haces de leña en las mañanas
y se te vuelven flores en los brazos.
Yo te sostengo asida por los pétalos,
como te muevas te arrancaré el aroma.

Pero ya te lo dije:
cuando quieras marcharte esta es la puerta:
se llama Ángel y conduce al llanto.


Ángel González

EL BUEN MOMENTO

Aquel momento que flota
nos toca con su misterio.
Tendremos siempre el presente
roto por aquel momento.

Toca la vida sus palmas
y tañe sus instrumentos.
Acaso encienda su música
sólo para que olvidemos.

Pero hay cosas que no mueren
y otras que nunca vivieron.
Y las hay que llenan todo
nuestro universo.

Y no es posible librarse
de su recuerdo.


José Hierro

TE QUIERO

Tus manos son mi caricia
mis acordes cotidianos
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro

tu boca que es tuya y mía
tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

y por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo
porque sos pueblo te quiero

y porque amor no es aureola
ni cándida moraleja
y porque somos pareja
que sabe que no está sola

te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente viva feliz
aunque no tenga permiso

si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.


MArio Benedetti

CURRÍCULUM

El cuento es muy sencillo
usted nace
contempla atribulado
el rojo azul del cielo
el pájaro que emigra
el torpe escarabajo
que su zapato aplastará
valiente

usted sufre
reclama por comida
y por costumbre
por obligación
llora limpio de culpas
extenuado
hasta que el sueño lo descalifica

usted ama
se transfigura y ama
por una eternidad tan provisoria
que hasta el orgullo se le vuelve tierno
y el corazón profético
se convierte en escombros

usted aprende
y usa lo aprendido
para volverse lentamente sabio
para saber que al fin el mundo es esto
en su mejor momento una nostalgia
en su peor momento un desamparo
y siempre siempre
un lío

entonces
usted muere.


Mario Benedetti

HAGAMOS UN TRATO

Compañera
usted sabe
puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo

si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense qué delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo

si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué flojera
igual puede contar
conmigo

pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted
es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.


Mario Benedetti

NOCTURNO VII

Ahora que ya te fuiste, te diré que te quiero.
Ahora que no me oyes, ya no debo callar.
Tú seguirás tu vida y olvidarás primero...
Y yo aquí, recordándote, a la orilla del mar.

Hay un amor tranquilo que dura hasta la muerte,
y un amor tempestuoso que no puede durar.
Acaso aquella noche no quise retenerte...
y ahora estoy recordándote a la orilla del mar.

Tú, que nunca supiste lo que yo te quería,
quizás entre otros brazos lograrás olvidar...
Tal vez mires a otro, igual que a mí aquel día...
Y yo aquí, recordándote, a la orilla del mar.

El rumor de mi sangre va cantando tu nombre,
y el viento de la noche lo repite al pasar.
Quizás en este instante tú besas a otro hombre...
Y yo aquí, recordándote, a la orilla del mar...

Y yo aquí, recordándote, a la orilla del mar...


José Ángel Buesa

RAZÓN DE AMOR

Dame tu libertad.
No quiero tu fatiga,
no, ni tus hojas secas,
tu sueño, ojos cerrados.
Ven a mí desde ti,
no desde tu cansancio
de ti. Quiero sentirla.
Tu libertad me trae,
igual que un viento universal,
un olor de maderas
remotas de tus muebles,
una bandada de visiones
que tú veías
cuando en el colmo de tu libertad
cerrabas ya los ojos.
¡Qué hermosa tú libre y en pie!
Si tú me das tu libertad me das tus años
blancos, limpios y agudos como dientes,
me das el tiempo en que tú la gozabas.
Quiero sentirla como siente el agua
del puerto, pensativa,
en las quillas inmóviles
el alta mar. La turbulencia sacra.
Sentirla,
vuelo parado,
igual que en sosegado soto
siente la rama
donde el ave se posa
el ardor de volar, la lucha terca
contra las dimensiones en azul.
Descánsala hoy en mí: la gozaré
con un temblor de hoja en que se paran
gotas del cielo al suelo.
La quiero
para soltarla, solamente.
No tengo cárcel para ti en mi ser.
Tu libertad te guarda para mí.
La soltaré otra vez, y por el cielo,
por el mar, por el tiempo,
veré cómo se marcha hacia su sino.
Si su sino soy yo, te está esperando.


Pedro Salinas

miércoles, 30 de mayo de 2007

POEMA DE LA DESPEDIDA

Te digo adiós si acaso te quiero todavía
quizás no he de olvidarte... Pero te digo adiós
No sé si me quisiste... No sé si te quería
o tal vez nos quisimos demasiado los dos.

Este cariño triste y apasionado y loco
me lo sembré en el alma para quererte a ti.
No sé si te amé mucho... No sé si te amé poco,
pero sí sé que nunca volveré a amar así.

Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo
y el corazón me dice que no te olvidaré.
Pero al quedarme solo... Sabiendo que te pierdo,
tal vez empiezo a amarte como jamás te amé.

Te digo adiós y acaso con esta despedida
mi más hermoso sueño muere dentro de mí.
Pero te digo adiós para toda la vida,
aunque toda la vida siga pensando en ti.



Jose Ángel Buesa

ENCARGO

No me des tregua, no me perdones nunca.
Hostígame en la sangre, que cada cosa cruel sea tú que
vuelves.
¡No me dejes dormir, no me des paz!
Entonces ganaré mi reino,
naceré lentamente.
No me pierdas como una música fácil, no seas caricia ni
guante;
tállame como un sílex, desespérame.
Guarda tu amor humano, tu sonrisa, tu pelo. Dálos.
Ven a mí con tu cólera seca de fósforos y escamas.
Grita. Vomítame arena en la boca, rómpeme las fauces.
No me importa ignorarte en pleno día,
saber que juegas cara al sol y al hombre.
Compártelo.

Yo te pido la cruel ceremonia del tajo,
lo que nadie te pide: las espinas hasta el hueso.
Arráncame esta cara infame, oblígame a gritar al fin mi verdadero nombre.


Julio Cortázar

EL FUTURO

Y se muy bien que no estarás.
No estarás en la calle
en el murmullo que brota de la noche
de los postes de alumbrado,
ni en el gesto de elegir el menú,
ni en la sonrisa que alivia los completos en los subtes
ni en los libros prestados,ni en el hasta mañana.
No estarás en mis sueños,
en el destino original de mis palabras,
ni en una cifra telefónica estarás,
o en el color de un par de guantes
o una blusa.
Me enojaré
amor mío
sin que sea por ti,
y compraré bombones
pero no para ti,
me pararé en la esquina
a la que no vendrás
y diré las cosas que sé decir
y comeré las cosas que sé comer
y soñaré los sueños que se sueñan.
Y se muy bien que no estarás
ni aquí dentro de la cárcel donde te retengo,
ni allí afuera
en ese río de calles y de puentes.
No estarás para nada,
no serás mi recuerdo
y cuando piense en ti
pensaré un pensamiento
que oscuramente trata de acordarse de ti.


Julio Cortázar

AUSENCIA

Habré de levantar la vasta vida
que aún ahora es tu espejo:
cada mañana habré de reconstruirla.
Desde que te alejaste,
cuántos lugares se han tornado vanos
y sin sentido, iguales
a luces en el día.
Tardes que fueron nichos de tu imagen,
músicas en que siempre me aguardabas;
palabras de aquel tiempo,
yo tendré que quebrarlas con mis manos.
¿En qué hondonada esconderé mi alma
para que no vea tu ausencia
que como un sol terrible, sin ocaso,
brilla definitiva y despiadada?
Tu ausencia me rodea
como la cuerda a la garganta,
el mar al que se hunde.

Jose Luis Borges

¿ DE QUÉ ME SIRVE?

¿De qué me sirve estudiar y memorizar cientos de artículos, de leyes, de sentencias, de teorías... si en realidad aún no sé en qué consiste la justicia?
Nos perdemos en los detalles y nos olvidamos de la esencia de las cosas, de lo que da sentido a todo, nos dejamos llevar por una marea de datos, que acumulamos sin mesura, datos efímeros, contenidos fugaces, que duran lo que tardan en ser desplazados por otros.
Podría definir en qué consiste un contrato de arrendamiento, o establecer la pena de un delito cualquiera, pero me sería imposible atisbar lo que es justo o no.
¿Ser justo consiste sólo en aplicar la ley de forma estricta? ¿Son las leyes justas? ¿Quién decide lo que es justo, quién decide si una ley es justa?
Yo creo que la justicia no está sólo en la ley, en el derecho positivo, tan contingente e inseguro que aterra.
La justicia es algo más, es un instinto, está por encima de conocimientos teóricos, de conocimientos jurídicos, nace del alma.¿Todos los jueces tienen alma?
Para aplicar el derecho, no debería bastar con aprender leyes, sería necesario, además, una licenciatura en humanidad.
Isa (estoy en exámenes, en crisis existencial, hay que entenderme)

RELATO DE UNA VIDA EQUIVOCADA

"A veces tengo la sensación de que nunca viví mi vida. De que todo lo que pasó no fue más que una película y yo una espectadora. Estaba tan empeñada en sobrevivir a todo lo que me pasaba, a lo que no me pasaba y a lo que me podría pasar, que no me sentía dueña de nada, ni de mis propios sueños. Atravesé los años, los momentos y hasta las circunstancias como si fueran velos que me molestaban hasta el aliento.
Al final no me ha quedado nada y me ha quedado todo. He sido la protagonista de una vida que nunca fue mía y creo que en algún lugar del mundo debe estar la que en realidad me pertenece, y que el destino no me ha dejado encontrar."
Rosaura Rodríguez

martes, 29 de mayo de 2007

VICEVERSA

Tengo miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte.


Tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte.


Tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte.


o sea,
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa.



Mario Benedetti

TÁCTICA Y ESTRATEGIA

Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos

Mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible

Mi táctica es quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos

Mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos

Mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple

Mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé con qué pretexto
por fin me necesites.


Mario Benedetti

730 DÍAS

No hay rincón en esta casa
que no te haga regresar.
Cada grano de memoria
y la casa es un arenal.


Fuí a tus playas por el día
y allí me quedé dos años.
Fuí lamiendo tus heridas,
fuiste dándome un remanso.


A la sombra de tu luna
se acunó mi corazón,
se borraron mis arrugas,
mi casa se iluminó.


Germinaron mis canciones
de las que yo merecía,
se paró el reloj de arena,
730 días.


Drexler